17 de agosto de 2011

Cambios

Comenzó la temporada de cambios. Suelo tener estructuras que me acomodan. Es decir que cierta rigidez de mi personalidad, establece estructuras que nivelan mi ansiedad y mi conducta obsesiva. En algún momento del año, luego de caminar rumiando incansablemente dentro del laberinto de mi capocha, doy un paso y comienza la temporada de cambios. Muchas veces es un manantial de movimientos internos y otras ligeros espasmos que van acomodando las fichelis muy lentamente.
El primer cambio que cuento es este:

Son de mi abuelo, que el otro día me dijo que quería que las tuviera yo, como recuerdo y "porque ya sos un hombre que reflexiona". Primero pensé en la despedidad anticipada, pero después decidí atarlas al recuerdo de chico, cuando Felisa, después de la siesta, nos 'obligaba' a ir a dar una vuelta porque "el seide en casa no puede fumar la pipa". Una increible y sutil forma de estimular el espacio individual de abuelo-nieto.
Cuando me iba, guiñándome el ojo, me tiró el siguiente tip: "Cuando abras el paquete de tabaco agregale un chorrito de whisky o cogñac, y siempre un chorrito para vos"

2 comentarios:

  1. Bueno, ahora tiene que hacer una fumarola en pipa siguiendo el consejo del abuelo.
    Y de paso, se manda unos copetines.

    Grosso el nono!!!!!

    ResponderEliminar