Este post es catártico. Va con la tristeza afuera.
Se murió Felisa. Mi bobe Felisa. La abuela por definición. Dulce, generosa y entregada. Siempre con una historia para contar, con una comida para ofrecer, con ganas de escucharme, de verme. Gran bailarina de tango y valses, profesional del tejido, experta cocinera y compañera incondicional. Sensible y culta. Es la que cuando nos juntábamos traía los vasos y el hielo para que cumplamos nuestra tradición. Le costó irse y me cuesta que se vaya.
Lo entiendo, lo acepto, lloro.
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