Algunas veces en el año, cuando me siento agobiado por la rutina y los deberes, me escapo. Cancelo las actividades pautadas para hacer algo atípico y obligadamente placentero. Siento que estoy donde no debería, casi de incógnito, pasándola fenomenal. Hasta ahora nunca lo conté, a nadie.
Acá una foteli de una escapada hacia fin del año pasado
Me Fui a la Costanera Sur, caminé por la reserva ecológica, miré el río un rato y luego me senté en este puestito, por obvias razones. Un torito así no se encuentra todos los días.
PostD: Prometo revelar algunas más de estas salidas
Qué intriga!
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